Una fotografía debe llamar la atención, tanto por el motivo fotografiado, como por su enfoque, nitidez, contraste, color y por supuesto, su composición.
La composición fotográfica no es más que el ordenamiento de los elementos que aparecen en una imagen. En ocasiones, esos elementos se pueden ordenar al antojo del fotógrafo. Pero en la mayoría de los casos, los elementos están ahí “naturalmente”, sin poderse ordenar, y es entonces, cuando el fotógrafo, debe de ordenarlos a través de su encuadre, y la mejor técnica hasta el momento, es mediante la regla de tercios.
La regla o ley de tercios, surge de la proporción o número áureo. Donde las matemáticas y el arte, nos vuelven a demostrar que son indispensables para nuestras vidas. Si desea ahondar en el tema, puede ver estos interesantes artículos, acerca de la proporción áurea y el número áureo.
Ahora bien, básicamente, la regla de tercios es una técnica que consiste en dividir el encuadre en tres bloques verticales y tres bloques horizontales. Si se usa el visor óptico, se tendrá que imaginar esos bloques, por el contrario, si se usa un visor electrónico o la pantalla, se puede activar la -cuadrícula- mediante la configuración de la cámara.
1) La ley del horizonte. Esta ley, regla o técnica (cómo le quiera llamar) consiste en ubicar el horizonte de la fotografía en el tercio superior o inferior. Esta técnica se puede utilizar tanto en una toma vertical como en una horizontal.
2) La ley de los vértices. Es similar al caso anterior, solo que esta vez, se busca dejar el peso de los elementos al lado derecho o izquierdo de la imagen.
3) La ley de los nodos. Esta técnica o regla, consiste en ocupar uno, dos o tres nodos con los elementos. La gracia consiste en dejar al menos un nodo libre para dejar respirar la fotografía, que el peso de los elementos se balancee en la imagen resultante, y que el cerebro humano “tarde un poco más” en entender lo que tiene ante sus ojos, por consiguiente, la imagen tendría que resultar más atractivas.
4) La ley del espacio negativo. Si por el contrario, se encuentra frente a un escenario, donde el fondo contrasta con el elemento principal (por lo regular pequeño), se puede optar por dejar ese elemento en un solo nodo y dejar los otros tres libres. A esta técnica se le conoce como espacio negativo ya que por lo regular, se privilegia un elemento pequeño, por sobre el fondo.
Derivado de esta regla básica, se pueden recurrir a otros dos recursos compositivos:
Los puntos de fuga: Un punto de fuga, es lugar (o punto) donde convergen líneas que se alejan al infinito. Es una técnica usada en el dibujo, para representar los objetos en el espacio. Ahora bien, en la fotografía, se puede utilizar para evidenciar esas líneas, y que su resultado sea llamativo a la vista.
La ley de la mirada: Si se entiende la regla de los tercios, se dará cuenta que la mejor idea sería no centrar la foto, sino, más bien, tratar que la imagen obedezca a una de las reglas. En el caso de un ser humano que ve hacia un costado, es preferible situar la espalda del sujeto en el bloque derecho o izquierdo, y dejar un espacio para que dé la sensación que el sujeto “ve algo” esto, evidentemente, dará más interés a la fotografía.